La planta alta del restaurante integra mobiliario de artesanos del barrio de San Francisco. Una primicia del cliente era que el espacio debía contener una iluminación funcional, pero a la vez gentil. Diseñamos y construimos una serie de lámparas flotantes, para seguir la línea natural del proyecto, y que estas se mimetizaran en la textura de los muros. La barra de coworking envuelve en su extremo un ejemplar de copal blanco, al otro lado, la estación de alimentos orgánicos nos brinda una combinación de fachaleta brillante acabado jade. Las cubiertas de parota maciza abrazan los límites de la estación resaltando el relieve de los muros tableados con una línea de luz indirecta.

Es importante resaltar que la paleta vegetal responde a una interpretación del paisaje urbano, que desea obtener una selección de colores similares, características endémicas y de lento crecimiento. Las diferentes tonalidades de verde en conjunto con el concreto crudo de los muros, acogen al comensal de una forma sensible y poco invasiva, dando pie a que sean los alimentos los que se lleven el primer impacto visual.

Sémola es una resolución simple, amante de lo natural, un oasis que refresca tus sentidos al presentar gastronomía de autor, que se embelesa de una atmosfera con matices grises y verdes.