Los muros rectores que confinan dichas plataformas se vistieron en cantera gris escorial, a su vez en el interior se resolvió un espacio diligente, revestido en mármol blanco Sivec y Estatutario, conjugado con maderas de Tzalam y Etimoe.

Para su concepción se enfrentaron varios retos, entre ellos, la resolución de un vestíbulo principal de triple escala, que distribuye las circulaciones a través de una mega escultura bautizada con el nombre de Brazos Abiertos, pues se concibió como si fuera un cuerpo humano que abraza a quien llega y lo conduce a las diferentes alas de la casa.