El diseño en esta obra toma como base los cuartos de maravillas del S.XVI Y SXVII, conjuntando arte, música y arquitectura. Los materiales definen una paleta de colores en escala de grises que se equilibran y contrastan con el uso de maderas así como con los elementos decorativos, una colección de piezas históricas de diversas partes del mundo y una selección de piezas arte mexicano.

El segundo nivel alberga una íntima sala de conciertos para la cual se desarrolló un patrón acústico que se integra al diseño. En el área privada del departamento se emplearon elementos de iluminación indirecta y detalles curvos otorgando así un carácter de sencillez al espacio.